“Entre los genetistas no existe consenso sobre la
naturaleza de los genes, respecto a si son entes reales o puramente ficticios –porque en el estado actual de los experimentos genéticos, no hace la menor
diferencia que el gen sea una unidad hipotética o bien una partícula material.
En todo caso, esta unidad esta asociada con un cromosoma específico y puede ser
localizada ahí por puro análisis genético. Entonces, si el gen constituye una
unidad material, decimos que es una sección del cromosoma; pero si es una
unidad ficticia, entonces el gen debe referirse a una localidad específica del
cromosoma– lo mismo sucede con otras hipótesis. Por lo tanto, en el estado
actual de la investigación genética, no hace ninguna diferencia que punto de
vista se tome”.
1.
Introducción
Una de las
propie- dades fundamentales de los seres vivos es la de reproducirse y la de
diversificarse. En el primer caso se gene- ran más miembros de la misma especie,
mientras que en el segundo se producen nuevas especies me- diante un proceso que
llamamos evolución. Todas las células provienen de otras células y todos los
organismos heredan de sus padres información que los caracteriza.
Concomitantemente, la información transmitida puede sufrir cambios que hace que
los seres vivos varíen, dando como resultado tipos diferentes de individuos e
incluso nuevas especies. Por lo tanto, la elucidación del material que guarda
la información y los mecanismos por los que esta información se expresa y hereda,
constituyen los temas centrales de la Biología.
Entender cómo la información celular se transmite en el tiempo y en el espacio ha sido y es la vocación de miles de investigadores que, en el transcurso de tan solo 150 años, han sentado las bases de la biología celular y molecular contemporáneas. Durante ese lapso, no sólo se han propuesto los fundamentos para explicar la evolución de los organismos, sino que han surgido apoyos teóricos vigorosos que permiten especular racionalmente sobre el origen de la vida. Es precisamente dentro de este contexto que la búsqueda del “gen” toma sentido y la formulación de la estructura básica del ácido desoxirribonucleico, mejor conocido por su acrónimo como ADN, tiene su origen. Este ensayo es apenas un esbozo, más o menos crítico, de esa gran aventura científica que ha sido la búsqueda del material de la vida. Siguiente pag.
Entender cómo la información celular se transmite en el tiempo y en el espacio ha sido y es la vocación de miles de investigadores que, en el transcurso de tan solo 150 años, han sentado las bases de la biología celular y molecular contemporáneas. Durante ese lapso, no sólo se han propuesto los fundamentos para explicar la evolución de los organismos, sino que han surgido apoyos teóricos vigorosos que permiten especular racionalmente sobre el origen de la vida. Es precisamente dentro de este contexto que la búsqueda del “gen” toma sentido y la formulación de la estructura básica del ácido desoxirribonucleico, mejor conocido por su acrónimo como ADN, tiene su origen. Este ensayo es apenas un esbozo, más o menos crítico, de esa gran aventura científica que ha sido la búsqueda del material de la vida. Siguiente pag.
Este ensayo corresponde a una actualización del publicado en: Tecnología. El Otro laberinto. Alvaro Zamora (ed) Editorial Tecnológica de Costa Rica, Costa Rica. 2004; pp.147-169.http://www.editorialtecnologica.com/catalogo/tecnologia-el-otro-laberinto/
Ver otros ensayos en el blog: El huevo de Darwin
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